El nuevo Centro Cultural de Alcalá de Guadaíra será un equipamiento ambicioso y singular, pensado no sólo para la ciudad sino para la comarca. A ello contribuye, además de su capacidad para acoger un amplio programa de actos –conciertos musicales, representaciones operísticas y teatrales, celebración de seminarios y clases de música, taller de pintura, archivo, biblioteca, hemeroteca, etc.–, su singular emplazamiento en las faldas norte y sur del cerro de la fortaleza-castillo que domina las riberas del Guadaíra. Como principio compositivo del proyecto se ha querido integrar los nuevos volúmenes con la espléndida arquitectura existente en este privilegiado paisaje. Así se ha optado por estructurar el centro cultural en dos áreas bien diferenciadas. En la zona norte, caracterizada por el perfil del castillo y de las murallas de la ciudad vieja, se han situado la sala del auditorio y sus anexos, dispuestos cerca del caserío para dejar inalterada la punta de la vertiente sobre la que se asienta la alcazaba. La biblioteca central se sitúa en la vertiente sur, al pie del arrabal, el denominado barrio del Águila. Los volúmenes necesariamente más potentes del auditorio quedan encajados con los lienzos de muralla, farallones y torres defensivas, quedando así vinculados visualmente al perfil del castillo, mientras que los de la biblioteca, con sus torres-depósitos, patios y lucernarios, componen una arquitectura de perfiles más fragmentados en concordancia con la composición de volúmenes cúbicos de las casitas del arrabal. Ambos conjuntos se relacionan con el casco urbano mediante áreas acotadas y ordenadas como jardines y, entre sí, por el paseo ribereño que se propone paralelo al meandro del río y por el enlace directo que ofrece la recuperación del paso en túnel del antiguo ferrocarril Sevilla-Alcalá de Guadaíra, denominado popularmente «tren de los panaderos».
The new Cultural Centre of Alcalá de Guadaíra will be a unique, ambitious complex designed not only for the city but also for the region.
In addition to its ability to house an extensive programme of events, concerts, opera and theatre performances, music seminars and classes, painting workshops, a shop, archives, a library (with newspapers and periodicals) and more, it has another important feature: its unique location on the northern and southern slopes of the hill of the fortress-castle overlooking the banks of the Guadaíra River.
As the compositional principle behind this project, the objective was to integrate the new spaces with the splendid architecture already in this privileged landscape. So it was decided to build the cultural centre in two distinct areas. The auditorium and its annexes are situated on the northern slope, which is notable for the silhouette of the castle and the old city walls. They are built near the village in order to to preserve the top of the slope upon which the citadel stands. The central library is located on the southern slope, at the foot of the suburb known as El Águila.
The necessarily more striking spaces of the auditorium are covered with murals of cliffs and towers painted on canvas to maintain a visual relationship with the silhouette of the castle. The library, with its repository towers, courtyards and skylights, is an architecture composed of more fragmented shapes consistent with the cubicshaped composition of the houses in the nearby district.
Both complexes interact with their urban surroundings through enclosed, orderly areas, such as gardens. Between them is a proposed river walk running parallel to the twists and turns of the river and through the direct connection provided by the renovated old Seville Alcalá de Guadaíra railroad tunnel, popularly called ‘the bakers’ train’.